El encaje de Camariñas atrae a muchísimo turismo a nuestro precioso pueblo al borde del mar. Por supuesto, eso nos encanta porque luego eligen nuestro restaurante para reponer fuerzas comiendo un estupendo marisco o un plato de carne de primera. En todo Camariñas conocemos la historia del encaje, pero cuando la descubren los que vienen a visitarnos, se sorprenden.
Mucha gente piensa que el encaje de Camariñas se originó aquí, pero en realidad es fruto de un intercambio comercial y cultural con los Países Bajos. Esto es precioso, porque nos ayuda a comprender que el arte siempre se salta las fronteras o las limitaciones idiomáticas. La técnica originaria del encaje llegó a Camariñas entre los siglos XVI y XVII. Una vez que las artistas del encaje lo descubrieron, lo que hicieron fue perfeccionarlo más y más hasta desarrollar una técnica propia reconocida a nivel internacional.
En la actualidad, el encaje de Camariñas no solo produce obras espectaculares, sino que verlo en directo es todo un placer. Ver a las palilleiras de Camariñas mover sus manos a toda velocidad mientras el encaje se produce es espectacular. En Camariñas se celebra A Mostra do Encaixe a lo largo de abril, normalmente. Por eso ese el mes perfecto para venir a comer a nuestro restaurante y aprovechar a ver la historia del encaje en su máximo apogeo.
La historia del encaje en Camariñas nos remonta a varios siglos atrás
La supervivencia del encaje hecho a mano por artesanas tiene a día de hoy más valor que nunca, ya que la producción parece estar orientada a la eliminación del humano y a la producción industrial, pero las palilleiras, como las personas que recogen las almejas y los percebes que servimos en nuestra mesa, reivindican la magia que existe al hacer las cosas a mano. Y eso es lo que nos gusta en Camariñas. Las cosas hechas bien, con cariño y con una gran historia detrás.